¿Puedo usar el coche de la empresa fuera de mi horario de trabajo?
¡Cuántas veces habremos utilizado el coche que nos deja la empresa para ir a recoger a tus hijos o hacer la compra el fin de semana! ¿Sabías que es probable estés usando el vehículo sin que te lo hayan permitido? Descúbrelo.
Índice
Usar del coche de empresa para asuntos particulares
Sí, a todos y todas nos ha ocurrido alguna vez. Hay ocasiones en las que nos confiamos y usamos el coche que nos deja la empresa para todo. Para ir a buscar nuestros hijos/hijas al colegio, para esa tarde de compras con las amigas o, incluso para hacer un viaje.
No obstante, si tu jefe/a te ha dejado el coche para que lo uses para las tareas propias de tu trabajo, déjame decirte que no deberías estar haciendo uso de este coche para fines personales.
Y es que, puede llegar un día en el que, por sorpresa, te llegue una carta a tu mesa informándote de que vas a ser despedido/a. ¿Y cómo no? Te llevás las manos a la cabeza.
Necesitas autorización para el usar del vehículo de empresa fuera de tu horario de trabajo
Si quieres utilizar el coche de la empresa al margen de ella, no te olvides de pedir autorización a tu superior para ello. Te recomiendo que la solicites por escrito.
Ahora bien, podría haberte dado esta autorización antes. Concretamente, en el momento en el que fuiste contratado por lo que, antes de nada, echa un vistazo a tu contrato laboral.
¿Los gastos del coche de empresa quién los paga?
Si es la empresa quién ha puesto el vehículo a tu disposición, la empresa es la propietaria del vehículo y, por tanto, ella tendrá que hacer frente a los gastos que conlleve su uso. Por ejemplo, los gastos asociados al seguro obligatorio, el impuesto de circulación, el combustible que necesita…
Eso sí, si la empresa te ha autorizado para que uses el coche fuera de tu jornada laboral, algunos de estos gastos tendrás que abonarlos tú, salvo que hayas acordado con ella lo contrario. En este último caso, estamos hablando de que una parte de tu salario será lo que se conoce como «salario en especie».
¿Quién debe pagar las multas del coche de empresa?
Todo dependerá del tipo de multa que hablemos. No es lo mismo que te sancionen por no llevar la ITV en vigor o circular sin tener el seguro obligatorio, que por haber excedido la velocidad máxima permitida, conducir bajo los efectos del alcohol o sin cinturón.
Por tanto, podemos diferenciar dos tipos de multas empleando el vehículo de la empresa:
- Las multas generadas por factores relativos a la conducción y,
- Las multas derivadas de la falta de mentenimiento del coche.
De las primeras tendrás que responder tú, es decir, es la persona que comete la infracción (la persona responsable de que la infracción se produzca) quién debe cumplir con la sanción impuesta. Ya sea pagando una multa, ya sea viendo como pierdes varios puntos de tu permiso de conducir. De lo contrario, aquellas multas que te pongan por la falta de mantenimiento del coche, deberán ser abonadas por la empresa.
¿Puede usar otra persona el vehículo de la empresa?
Puede que se te haya ocurrido dejar el coche de empresa a tu pareja para que sea ella/él quién haga uso del coche para los asuntos típicos de la familia. Ahora bien, antes de hacerlo, te recomiendo que consultes si puedes hacerlo o no con tu jefe para evitar cualquier sorpresa.
Recomendaciones para cuando utilices el coche de tu empresa
Antes de empezar a utilizar el coche de la empresa, piensa un poco qué implicaciones tiene tenerlo a tu disposición. En este sentido, yo misma me haría las preguntas que te planteo:
– ¿En qué momentos debo utilizarlo?
– ¿Qué tengo con él que hacer cuando acabe la jornada?
– ¿Puedo autorización para hacerme un viajecito o ir a buscar a mis hijos/as dentro o fuera del horario laboral? Si no lo tengo, ¿cómo puedo obtenerlo?
Ándate siempre con cuidado. Si vas a utilizarlo para estas tareas, lo mejor es que hables con tu empresa y acuerdes con ella los términos en los que puedes utilizar el coche.
Recuerda que si lo usas fuera de la jornada laboral podrías estar incumpliendo con una obligación que la empresa te ha impuesto: la obligación de utilizar el coche de la empresa solo para desarrollar la actividad laboral.